jueves, 1 de enero de 2015

Ávila, que te me estás muriendo o te están dejando morir.

Ya llevo muchas veces hablando, o mejor dicho por ser este formato, escribiendo sobre la lamentable situación de Ávila, tanto la capital como la provincia. Podemos decir un montón de cosas que van mal, muchísimas, pero el 80 por ciento (por no pecar de alarmista) vienen por la falta de empleo en mi querida tierra, por la falta de empleo, el inmovilismo de los empresarios abulenses, siempre hay excepciones, por el inmovilismo de los comerciantes abulenses que por su guerras absurdas y sus pensamientos decimonónicos les están comiendo la tortilla por las multinacionales más rápidamente que en otros sitios, el inmovilismo de los hosteleros, siempre hay honrosas excepciones, pero deberían ser lo común y no lo raro, por el inmovilismo de los políticos que nos desgobiernan y que ellos viven muy bien en su poltronas de oro mientras los abulenses sufren y muchos tienen que irse de esta tierra para poder tener futuro y tener algo que ofrecer a su familia. No entro, hoy al menos, en lo que está pasando con FADISA (o la NISSAN como queráis) porque esto es un problema que hay en todos los lados donde hay una super multinacional, aunque en Ávila se note más porque no hay más, y todo por todo ese inmovilismo que tenemos en Ávila. 
Una cosa que podía ser anecdótica y casi graciosa, pero que bien analizada es muy triste y muy desoladora es la fiesta de Nochevieja, si, ahí vemos como está Ávila y cómo funcionan muchos de nuestros empresarios y gente de la ciudad.
Yo aún me acuerdo (empiezo un poco abuelo cebolleta para hacer la comparación) cuando había cotillones por todos lados (no entro en si con las debidas medidas de seguridad e  incluso de higiene, quiero hacer hincapié en los números), y había pubs y disco pubs que habrían sin poner entrada, pues había entre una y otra como diez veces de lo que he visto yo esta última nochevieja, y estaban todos hasta arriba, no se cabían en los cotillones, para pedir una copa en la barra de un bar era como un avance de Rambo entre los charlis, y bueno sí subían los precios de las copas pero se veía movimiento de gente y de copas y de todo. Las calles estaban llenas de gente y a las seis de la mañana había más gente por ahí que un domingo en el Grande a la salida de la misa de San Pedro.
Bien, ayer, con diez veces de cotillones menos, muchísimos pubs y discos cerrados y que su número se ha reducido dástricamente, el pedir una copa era una cosa muy sencilla, había espacio para poder hablar y estar sin agobios apretados y la calle había gente, pero había fines de semana de hace años que había más gente en la primera parte de la calle Vallespín.
Bueno, estamos en crisis, y no hay dinero y claro, no se mueve tanto dinero, bien, pues los empresarios de hostelería, en este caso, teniendo una gran visión de negocio y de poder ganar dinero, suben las copas a precios un poco escandalosos, hay algunos que lo subieron menos pero todos subieron, olé sus cojones, estamos en crisis, no hay movimiento de dinero y para que se mueva más subimos los precios. Esto es aplicable a todo, venga. Yo quiero preguntar una cosa ¿No sería mejor dejar las copas al mismo precio o incluso bajarlo para que no haya botellón y vender más copas y hacer negocio por volumen y no por precio? Ejemplo para tontitos por si las moscas, yo vendo un producto a 4 euros y gano limpio 1.5 euros, bien lo pongo a 6 euros que le voy a sacar 3.5 euros o si pago más a mis empleados se queda entre 3 y 2.5, bien, muy bien. Vendo unos 100, he sacado entre 300 y 250 euros, muy bien, pero es porque la gente no tiene dinero y en vez de dos se toman una, o en vez de tres dos, entonces no subo la copa y sigo ganando 1.5, por la crisis, y a los empleados se les dice que se les da una gratificación sobre beneficios de la venta, pues mira en vez de vender 100 venderé entre 200 y 250 porque la gente no se le sale de presupuesto y entonces he ganado entre 300 y 350 en una previsión baja, es decir en el peor de los casos gano lo mismo que en el mejor de los casos de subir las copas, ole,ole y ole, pues eso está pasando en Ávila, no sabemos hacer cuentas de verdad, pero no hablo solo de lo pubs hablo de restaurantes, hoteles, tiendas y todo, que no exculpo la inactividad de los políticos de mierda que tenemos, pero todos aportamos nuestro granito de arena en el hundimiento de nuestra querida Ávila y Provincia.

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