domingo, 15 de abril de 2018

14 DE ABRIL

Ayer se pusieron a celebrar la conmemoración del comienzo de la II República en España. Bueno, yo ni celebro ni repudio. No sé, es algo en el que si reconozco que, como una revolución para el cambio de la deriva que estaba teniendo España no era mala, pero fue mala porque en vez de llamarlo república, que lo era al no haber Rey como jefe del Estado, pues fueron años de desgobierno y de anarquía en el que valía el poder del más bruto y violento, engendrando más división y violencia entre los españoles.
Pero históricamente el comienzo de la República de 1.931 fue una especie de golpe de Estado legitimado por Alfonso XIII, es decir, ese día no había elecciones generales a las Cortes Generales, es decir, no se votaba el cambio de Gobierno de la Nación, sino eran unas elecciones municipales para concejales y Alcaldes, con lo cual, aunque hubiesen ganado los republicanos, tanto de izquierdas como de derechas, si amigos, hay republicanos de derechas, no solamente de izquierdas, no se debería haber cambiado el régimen. Pero encima el problema es que hubo casi diez veces más de concejales monárquicos que republicanos, pero Alfonso XIII, haciendo gala de la cobardía que siempre han tenido los Borbones, se fue legitimando a los republicanos a proclamar la República, pero no por haber ganado elecciones, que además eran municipales, sino por ausencia de Rey, por cobardía y traición del Jefe del Estado hacia su pueblo, por lo tanto, bien fue proclamada la República, pero el problema fue que los grupos de ultraizquierda en esos años querían el poder a toda costa, ya sea por las buenas o por las malas, porque, y eso lo dijo el dirigente socialista Largo Caballero, si no se consigue el porder por las urnas se hará por las armas, es decir, la izquierda no quería democracia, ni quería un gobierno igualitario y con justicia social, quería un gobierno totalitario y de mano de hierro a imitación de la Unión Soviética Stalinista.