martes, 2 de enero de 2018

AÑO NUEVO, ÁVILA NO SABEMOS

Pues ya hemos estrenado año. Yo como escéptico de que quitemos la hoja de diciembre y empecemos la de enero en el calendario, las cosas van a cambiar y que parece que hay un muro que hace que todo de un giro de 180 grados (para los eruditos de los 360, si da 360 grados la vuelta volvemos al mismo lugar), y que no me gusta ni que me deseen feliz año ni desearlo, puesto que lo que quiero y deseo es todos los días y al que odio pues ni uno, y que me ponen de los nervios todas las tonterías, ritos, supersticiones y demás mamarrachadas adjuntas a todo esto, quiero meterme en la mentalidad absurda del común de los mortales y lo voy a trasladar a la política municipal y provincial de mi tierra, Ávila. Lo cual es muy exportable a otros lugares, sobre todo de mi querida depauperada Castilla.
Hemos empezado el nuevo año con todos esos deseos hipócritas que nos caracteriza en una sociedad sin moral y sin alma, encarnado en primera persona en nuestros políticos, que hacen gala de un gran entusiasmo al cambiar el año. Pero todo va a seguir igual o a peor si esto no cambia. Cuando habla el señor alcalde de nuestra ciudad, no sé si con consejeros o de motu propio, sube el pan (la electricidad y el gas no que eso lo sube Marianico para pelotear a quien le va a dar un sueldo vitalicio cuando deje la política, es una inversión, entendámoslo) con unas declaraciones que, hablando mal y pronto, dan ganas de abrir la mano a palma abierta, no por decirlo sino porque nos toma por tontos a los abulenses. 
El resto del PP municipal de la capital, pues no les acabo de pillar. Van así de guays mientras la ciudad va de mal en peor y cuesta abajo y sin frenos. No hay trabajo,lo que hay es penoso, las calles llenas de mierda (entre ello las cagaditas de los perros, pero ya hablaré de ello), aceras y calles en penoso estado levantadas y llenas de desconchones. Lo de la iluminación, dejémoslo, la calidad del agua, bueno, pues eso, no sabemos donde está la calidad o si font vella o alguna otra marca es patrocinadora del ayuntamiento, el caciquismo, no solamente en los políticos, sino en los altos cargos de funcionarios es algo corriente y común, y los abulenses siguen yéndose a buscarse la vida en otros lugares y los que quedan, pues a sobrevivir como podamos. ¿Cambiará esta situación en este 2.018? No, porque, aunque ha habido un pequeño movimiento de la oposición, está seguirá consintiendo que el gobierno municipal de la capital siga igual, unos con pillar lo que sea, luego las izquierdas con su trocito de pastel y que me enchufen en la diputación contentos, y otros con lo de quitar crucifijos y quitar la historia de nuestra Nación están  contentos. 
En la Provincia no es más alagador, el presidente de la diputación lo único que hace es ir de comilona en comilona y cuando hay algo en un pueblo, eso queda en un segundo plano porque todo lo que sale en prensa es el presidente, fotos y fotos y al final parece que es la visita del Caudillo hacen unos cincuenta años, que solamente salía Franco y el pantano o lo que fuera estaba en un segundo plano. A chupar cámara y protagonismo. Los socialistas, con eso de que me dan un sueldo de más de 50 mil euros anuales por ser el líder de la oposición compatible con otros sueldos, pues ya para qué me voy a mover.  Y eso va a seguir así mientras sigan en nuestras instituciones todos los partidos políticos que ahora están, y no distingo ninguno, todos son culpables de la situación de Ávila.