Ahora está de moda, porque los chicos de Ciudadanos lo están diciendo, que hay que eliminar las Diputaciones. Su argumentario es que no sirven para nada, que es un nido de corruptelas y de caciquismo. Bien, estoy de acuerdo en que las Diputaciones, los partidos políticos, sobre todo PP y PSOE, las han convertido en fincas privadas de estos partidos, trabajando para los intereses de ellos mismos, donde los enchufes y las partidas "extrañas" campan a sus anchas, y que la verdadera vocación de las Diputaciones se ha perdido con el correr de los años en esta partitocracia, que no democracia, no confundamos, partitocracia que se nos ha impuesto para que los españoles nos creamos que es verdad que le pueblo manda, pero creo que al final se parece mucho a cómo mandaba el pueblo en tiempos de Alfonso XII.
Con esta aclaración ahora voy a exponer lo que yo pienso de todo este asunto. Las declaraciones de los de Ciudadanos de que no sirven las Diputaciones, es una forma de hablar muy clara de urbanitas pijos que nunca han vivido en un pueblo pequeño y que no sabe las dificultades de estos pueblos para poder mantener las necesidades más básicas de los habitantes del pueblo, no digo lujos, digo básicas, simplemente el mantener la red de agua corriente, de mantener la recogida de basuras, la de mantener una asistencia de médico de atención primaria o que no está muy lejos las urgencias médicas, del resto ya no hablo que eso es algo que se les escapa seguro.
Ante tanto encabezonamiento de eliminar las Diputaciones, reflexionando, alguna vez pienso, he sacado tres conclusiones, las cuales no son excluyentes una de otra, se puede dar una, dos o las tres a la vez, y es que, primero, los defensores de esto no tienen ni idea para que se crearon las Diputaciones, dos que pasan de los pueblos pequeños que no dan votos y tres que ven que se puede sacar más tajada dando más poder a la mierda de estado autonómico que tenemos, que ahí sí que hay corruptelas de verdad, enchufes, desvíos de dinero, y asuntos sucios de verdad, ahí es donde hay que ser valiente y desmontar las autonosuyas, perdón, autonomías, que solamente están sirviendo para fomentar el aldeanismo, la desigualdad de los españoles y el que reyezuelos hagan de déspotas enriqueciéndose a costa de todos nosotros.
Ahora voy a exponer yo lo que creo que hay que hacer con las Diputaciones, y claro está que no es eliminarlas. Como gran descentralizador, es decir, que quiero que la política y sus actuaciones lleguen mejor al pueblo y que puedan elegir mejor esa política e incluso hacer lo que dice la democracia, mandar, recordemos que en democracia los políticos no son los jefes del pueblo, sino unos funcionarios que elegimos para que gestionen nuestra tierra, es decir, son nuestros empleados, no al revés, no creo que la solución sea el centralizar en 17 sitios que son nidos de corruptelas y de fincas donde los partidos políticos se enriquecen y ejercen su poder despótico. La descentralización debe ser a los municipios, ahí es donde la política se acerca al pueblo, es donde la nota más y puede ejercer más ese poder que se le supone que le da la democracia, pues ahí entran las Diputaciones, porque hay pueblecitos, que aún admitiendo eso que dijeron los de Ciudadanos de hacer ayuntamientos de 5000 habitantes, no es la panacea. Yo soy de Ávila, de Castilla la Vieja, aquí para crear esos municipios habría que juntar, en algunas zonas casi despobladas del todo a no meno de 20 ó 25 pueblos, es decir, un municipio muy diseminado y con las mismas problemáticas aunque centralicemos la gestión y la economía, recordemos que los partidos del sistema solamente hablan de economía y nunca de personas. Pues las Diputaciones están para ayudar y gestionar las atribuciones que, por incapacidad de población y recursos, esos pueblecitos no pueden, y que si no estuvieran las Diputaciones no se podrían hacer y quedan dos opciones, dejar a sus habitantes en la Edad Media o que se abandonen nuestras zonas rurales.
Por eso la descentralización se debe hacer en las Diputaciones y eliminar el estado de las autonomías. Eso sí, hay que reformarlas, hay que hacerlas democráticas, es decir, los Diputados provinciales y el Presidente no lo eligen los partidos políticos, lo eligen los habitantes de la provincia, lo que viene a ser una democracia pura, en la que la Diputación se vertebre en Comarcas y cada comarca tenga un representante elegido por los habitantes de esa comarca en las urnas, y el presidente se elige en las urnas, naturalmente en listas abiertas y que la gente se pueda presentar si estar adscrito a ningún partido político, la única condición, se habitante de esa comarca. Entonces la Diputación dejaría de ser una camarilla de los partidos políticos para enchufes, desvíos de dinero y actuaciones caciquiles, y se dedicaría a dar apoyo a los pueblos, se dedicaría a prestar los servicios de administración, control y economía de los pueblos pequeños para que no gasten más dinero en la burocracia típica de los ayuntamientos que en las necesidades de sus moradores. La Diputación debería gestionar el ayudar a los pueblos a mejorar la vida de sus habitantes con ayudas económicas, fiscales, jurídicas y técnicas, algo que un ayuntamiento como el de Ávila capital puede ser autosuficiente si se descentralizan las cosas en los municipios, pero que, por ejemplo, en Cuevas del Valle, Muñico o Padiernos pues no pueden, pero sus habitantes tienen el mismo derecho de disfrutar de lo mismo que las ciudades, y ahí entra la Diputación que acogerá esas competencias y las gentionará. Con este resumen es verdad que propongo la comarcalización y la provincialización de España, porque ahí es donde hay que descentralizar, a un habitante de Mombeltrán, qué más le da que una cosa de administración tenga que hacerlo en el Gobierno de la Nación en Madrid que en la nueva centralización regional de Valladolid, pero ya no le da lo mismo, porque es más cercano, no solamente en kilómetros, sino en trato el hacerlo en la cabeza de la Comarca, que seguramente sería en Arenas de San Pedro, o algo más general en la Diputacón de Ávila. Pero es que esa cercanía sería más aún porque muchas de las decisiones se tendrían que tomar entre los vecinos o entre la gente cercana, y el representante de su comarca le puede ver todos los días y ese representante luchará por esa comarca porque sabrá de primera mano los problemas, ya que los sufre él, sus familiares y sus vecinos. Por lo tanto, dejad de decir que las Diputaciones desaparezcan, reformarlas para que no sean un nido de víboras caciquiles y enchufadoras de familiares y amigos, y eliminemos las comunidades autonosuyas, perdón otra vez, autonómicas que es donde no se deja gobernar al pueblo imitando a Luis XIV con un despotismo ilustrado de todo para el pueblo pero sin el pueblo, y con las Diputaciones acercar el poder al pueblo y así salvar la vida rural de España, que no nos olvidemos que España se basa en casi todo, en economía, en vida y en medioambiente de sus pueblos que sus habitantes luchan diariamente, y las Diputaciones son los que tienen que sostener que la vida rural de nuestra Nación no desparezca, porque desaparecería nuestra esencia, nuestra historia y nuestra manera de ser, vivir y ver la vida.
