lunes, 27 de octubre de 2014

ANALIZANDO LA VIDA, PASADA Y FUTURA.

No hay mejor cosa que ir a donde has pasado la niñez y la adolescencia y encontrarte a viejos amigos que hace mucho tiempo que no ves para hacer de abuelo cebolleta. Recordando lo que hacíamos de chicos y comparándolo con lo que hacen ahora los niños de esa misma edad. Por supuesto, como siempre se suele decir, nuestra infancia fue mejor. En serio, no sé si mejor, pero creo que sí más plena, ya no solamente porque estábamos todo el día en la calle, jugando a lo que sea, corriendo, la pelota, los coches, peleándonos, haciendo chozas en el monte (apunto que yo me crié en Cuevas del Valle, bella localidad de Ávila en el Valle del Tiétar colgado en la falda sur de Gredos), sino porque de pequeños nos enseñaban, no solamente los maestros, sino nuestros padres, que en mi caso eran los mismos que los maestros, los vecinos, la gente del pueblo, unos valores de respeto, de sacrificio y de hacer las cosas que nuestro niños y jóvenes de hoy en día no se les están inculcando. Pero en el transcurso de nuestras palabras, con copichuelas y cervezas incluidas, analizamos la juventud, y lo que vimos, sobre todo mirando alrededor de cuando salimos de juerga, apunto que mi interlocutor y yo no tenemos pareja, no estamos casados e intentamos suplir ese fracaso sentimental yendo de juerga, es lo que hay, pues mirando alrededor descubrimos que solamente nosotros y cuatro más, todos de nuestra edad o parecida, estábamos intercalando palabras habladas entre trago y trago del combinado y las cervezas, los jóvenes, en grupo sí, pero solos embuidos en su teléfonos móviles, sin intercambiar palabra alguna entre ellos, solo algún "mira, mira", enseñan el móvil unas carcajadas y otra vez al lío. Claro, también, y sin que sirva de precedente, nos beneficiaba, porque las chicas que estaban por allí al final estaban hablando con nosotros, que aunque teniendo teléfono móvil, aún somos unos cascas y nos gusta la interacción humana, que entre, y está mal que lo diga yo, que no estamos muy mal físicamente, la labia y que nos gusta sentirnos miembros de una sociedad y hacemos eso, socializar, vamos que conversamos, que nos gusta más la comunicación de la palabra y la presencial que la telemática, pues nos hicimos con un corrillo de chicas con las que estuvimos hablando y conversando y riendo y haciendo lo que unas personas normales tienen que hacer, mientras los chicos con los que habían venido seguían absortos en sus terminales telefónicos y moviendo los dedos de manera frenética. Para los que sean cotillas o simplemente tengan mente sucia, no pasó nada con las chicas, y si ha pasado no lo voy a contar.
Pero quitando eso de que nosotros salimos beneficiados y la verdad que la moral subió y la crisis de los cuarenta se nos disipó un poco, porque dicen que lo mejor para pasar la crisis de los cuarenta en un hombre es estar con una veinteañera y comprarse una moto, la verdad que me puso muy triste, porque en ese sitio comprobé que una de las cosas que nos hace humanos, que es la socialización entre nosotros mismos, se está perdiendo a marchas agigantadas, y que esos embobados que hacen que las chicas se vayan con tipos de 40 años, que no saben relacionarse como personas, son los que cuando yo esté ya en una edad avanzada, tienen que coger las riendas de mi pais, de mí y de todos nosotros, ¿cómo podrán llevar bien un país o cualquier cosa si lo una de las cosas fundamentales del ser humano la han perdido? Que han perdido las relaciones personales, que no van a saber hacer nada cara a cara, y lo peor es que apostamos a que algunos de los mensajes que estaban mandando se lo estaba mandando entre ellos algunos, porque a unas de las chicas les mandaron mensajes y estabamos a cinco metros escasos de ellos, la verdad, es una anécdota que, si al principio me alegró porque pensábamos qué fácil nos lo ponen estos tipos el ligar con las niñas de su edad, luego, cuando reflexionas en frío, pues me entristezco, porque como esto está pasando en otras muchas cosas y lo que veo, y mirad que la cosa está chunga ahora, es que el futuro de la humanidad es negro oscuro. 

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